Enemigo número 1: el cigarrillo
- adspublicidadventas
- 13 sept 2014
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Envejecimiento prematuro
Fumar afecta, sobre todo, al labio superior donde sale el inestético código de barras. La nicotina ataca al colágeno y produce una vasoconstricción sobre la epidermis, lo que provoca su apariencia mate y sin vida. Y la contracción repetitiva de los labios provoca la formación de arrugas alrededor de la boca. Además, la acción de achinar lo ojos para evitar el humo, provoca patas de gallo en el contorno de los ojos. Y hay más: fumar contrae los vasos sanguíneos reduciendo el flujo de sangre, oxígeno y nutrientes que llegan a la piel.
Dientes amarillentos
La culpa de que los dientes, al igual que los dedos, se vuelvan amarillos en los fumadores la tienen la nicotina y el alquitrán. Estas sustancias químicas modifican las mucosas orales hasta formar una saliva que traspasa el esmalte y penetra en la dentina dañándola. Esta tinción es profunda y no se quita con facilidad, salvo que recurras a un buen blanqueamiento dental. Los dientes de los fumadores también se ponen amarillos por culpa del sarro. El cigarro produce una vasoconstricción que disminuye la irrigación de los dientes y sus defensas frente a los gérmenes, lo que hace que aumente la flora bacteriana que forma el sarro. Por lo que es necesario una limpieza profesional.
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