Consecuencias de exponerse al sol

Cuando tocamos una olla hirviendo o percibimos que el agua de la ducha está demasiado caliente, somos bien conscientes de que nos estamos haciendo daño. Por eso, retiramos rápidamente la mano de la olla y bajamos cuanto antes la temperatura del agua. Ahora bien, cuando del sol se trata, hemos llegado a una total desvalorización de sus efectos nocivos. La prueba más cabal de esta terrible realidad es que no tenemos consciencia de que las quemaduras solares son mucho más dañinas que las de la olla o la del agua caliente –o al menos no actuamos en consecuencia–. Pero, esta es la verdad: los rayos solares causan daños irreparables al ADN de tu piel.

#2 Envejecimiento prematuro

He aquí una situación muy paradójica. Por un lado, las sociedades occidentales se empeñan en promover que la vejez es casi un pecado –ya nadie quiere envejecer–. Pero, al mismo tiempo, estas mismas sociedades consolidan cánones de belleza que atentan contra ese "afán de la eterna juventud". Y es que la exposición solar rompe las reservas de colágeno y elastina y hacen que la piel pierda la firmeza y se arrugue mucho más fácilmente.

#3 Riesgos de cáncer

Cuando te quemas, tu piel tiene que protagonizar un proceso de reconstitución en el cual debe "decidir" si descartar o reparar a las células afectadas. Cuando una célula no tiene arreglo, muere. Pero, cuando hay posibilidades de que vuelva a funcionar correctamente, se intenta repararla. Pero, si no se tiene éxito, la célula puede tornarse defectuosa y así convertirse en cancerígena.

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